New EBM: Madrid y Estrobos. Una entrevista a Pascal Ibiza

Son las 2:42 y Pascal Ibiza está al otro lado...

¿Al otro lado de qué? No me atrevo a preguntarlo... 

Es posible que me esté escribiendo desde una casa abandonada, tomada prestada entre bombo y estrobo.

También es posible que me haya contestado desde lo mas oscuro de un garito de Madrid, rodeado de desconocidos que llevan una careta de Jean-Luc de Meyer....

Incluso puede que ahora mismo esté en un banco del Parque del Retiro, mirando a cada lado una y otra vez por si vuelven a aparecer aquellos tipos con la lata de gasolina...

Sea como fuere y deseando que esté donde esté se encuentre relativamente bien para que no deje de deleitarnos con sus novelas electrónicas, aquí van una serie de preguntas para el susodicho con el que espero que podamos conocerle algo más:

¿Quién es Pascal Ibiza? ¿De dónde surge ese nombre?

Madrid, 1972. Aunque he dado algunas vueltas: Lisboa, Madrid, Málaga, Madrid, Galicia, Ibiza y otra vez Galicia.
La idea de mantener el nombre y la imagen en segundo plano (o casi ocultos) es un homenaje a la filosofía de aquellos misteriosos doce pulgadas de las fundas en negro y los nombres de los artistas camuflados bajo un sinfín de seudónimos. Nadie de mi familia sabría decir quién es Pascal Ibiza, y aún no conozco en persona a ninguno de mis lectores o amigos de Facebook.


¿A qué te dedicas aparte de escribir? 

Me licencié en Derecho, lo cual resultó absurdo desde el mismo principio: con todos los respetos para los señores letrados, ese campo nunca me interesó. Así que, como dice el personaje de Lester Bunham en la película American Beauty, “busco un trabajo con el menor grado de responsabilidad posible”. Así me queda energía para centrarme en la música. El status social y las expectativas que familia y amigos habían depositado en mí dejaron de quitarme el sueño hace tiempo. Lo que me interesa es ser fiel a mí mismo y no traicionarme. Cada día, todos libramos una batalla interna contra nosotros mismos, y yo no soy una excepción. 
Si todo sale conforme a mis planes, en unos meses espero poder dedicarme a escribir sobre música a tiempo completo.


¿En qué momento y por qué decides liarte a escribir?

Una mañana de 2010 me senté una cafetería, saqué un cuaderno y escribí una lista con mis metas. Una decía: “Escribir un libro que ayude a la gente joven a vencer la timidez”, y otra: “Escribir un libro sobre Techno”. Ya de pequeño, y mientras mis hermanos jugaban y se reían en la sala, yo me encerraba en otra habitación, encendía la radio y creaba listas de mis canciones favoritas con la máquina de escribir de mi amado abuelo.


¿Cómo es tu proceso a la hora de escribir una novela? ¿En qué te basas? 

Me siento en el lado más apartado de una cafetería, con buena música saliendo de los auriculares. Saco un cuaderno, y escribo una lista con las ideas que me vienen a la cabeza. Busco conceptos, o palabras sueltas. 
Un par de días después vuelvo a la cafetería y abro el cuaderno. Cojo la lista, y divido esas ideas en tres grupos: las absurdas, las que podrían funcionar y las que seguro que funcionarán. Entonces cojo los dos últimos grupos, y los destruyo. Ya sólo me quedan las ideas disparatadas: las que me hacen reír o temblar. Y elijo una, la más loca, y me pongo a construir la historia en torno a ella. Por ejemplo, conforme escribía el relato Acid Party me fui enamorando del personaje de Marion, y enseguida supe que algún día ella misma sería la protagonista de un “larga duración”: 2:42.


¿Qué libros tienes publicados? 

Como Pascal Ibiza: Hasta Nunca, Timidez (2013), Héroe Vegano (sobre veganismo) y los electrónicos (EBM Madrid Obsession, Atticanos/New Beat y 2:42). Y tengo otros no relacionados con la música, camuflados bajo otros seudónimos. 


¿Cuánto tienen de autobiográfico tus libros?

El más autobiográfico es, sin duda, EBM Madrid Obsession. Marcharme de casa; la súbita y angustiosa timidez; el trastorno obsesivo-compulsivo; los paradisíacos lugares en los que dormía; los problemas con el alcohol; la escena de la anorexia; los guardias jurados que apalizaban a mendigos; el tío con la camiseta de la esvástica; los neonazis que te vaciaban el spray en la cara; las ideas suicidas; el psiquiatra… Salvo el último capítulo, gran parte de lo demás es autobiográfico. 


¿Cuál es tu personaje favorito de todos tus libros? ¿Y el más odioso?

Favoritos son Dani, el protagonista de EBM Madrid Obsession, que consigue ganarle la partida a su cabeza y salir adelante. 
También el DJ del capítulo Atrás, Adelante… de Atticanos / New Beat, que tiene que soltar lastre en plena calle por el pánico que le provoca tener que pinchar en el km. 15.500… pero lo supera. 
Y Marion, de 2:42, una mujer valiente, con personalidad y sin complejos… Y, además, DJ y productora de discos pinchados por Helena Hauff. 
El más odiado es cualquiera que represente aquello que detesto: el ignorante que pretende aplastar todo lo que considera inferior a él, ya sean animales, niños, mujeres, LGTBI o extranjeros.


¿Y lugar/discoteca/antro?

No podría escoger sólo una. Attica, por el Cielo; Zentral, por Gerardo Niva y el alto porcentaje de chicas; Aire, por los disfraces, el desenfreno y la desinhibición; Provisional, porque es lo más parecido que he visto a los clubs pioneros de Chicago (público gay, hedonista, sin tabús…); Saratoga, por ese momento al salir ya de día, y cruzarte en el corazón de Madrid con las familias que van a Misa, y saber que tú ya no eres uno de ellos; La Factoría, por la gente joven comiéndose la pista; Specka, por la magia de Rosy… Y todas ellas, todas, por su musicón.


¿Crees que era necesario una especie de reivindicación de aquella movida post-movida madrileña? ¿Qué tiene aquella época que no tienen las demás?

Depende de cada persona. Creo que es saludable que cada uno tengamos nuestras propias ideas, y que luchemos por ellas. Del 88 al 91 vivías el fin de semana sabiendo que formabas parte de algo nuevo, desconocido y muchas veces peligroso, y eso siempre es excitante.



¿Por qué esa obsesión con el año 91? ¿Qué tiene ese año de especial?

En 1991 decido dar un cambio total a mi vida. Tengo 19, y ese año vivo algunos momentos inolvidables, como acabar durmiendo en parques, chalets abandonados, cuartos trasteros de portales en los que no vivo, coches que no son de mi propiedad y cuyos dueños han olvidado cerrar, etc. En el 91 estoy varias veces al borde del precipicio… Pero lo superé, y me volví más fuerte.


¿Qué pasó realmente con Atticanos? Si es que puede saberse…

Sí, claro. Mientras preparo el libro, me aseguro de que en el Registro la marca Atticanos esté libre (y sí, lo está). 
Después contacto con algunos lectores que me habían felicitado por EBM Madrid Obsession, y les pregunto si quieren hacer un cameo en el siguiente libro. Uno de ellos (una chica, Rocío) me envía un montón de páginas con sus recuerdos. Me quedo tan encantado con su entusiasmo que, en agradecimiento, saco una primera edición en la que incluyo 10 páginas de sus recuerdos (capítulo La Patinadora), y le regalo la primera copia.
Pocos días después, y mientras preparo la nueva edición (ya sin su capítulo), la gente empieza a hablar de Atticanos. 
Alguien se queja de que no aparecen ciertos DJs (sin saber que no pude incluirlos porque no encontré ni un solo set de ellos en Attica). Otra persona dice que “no necesita que nadie le cuente cómo fue Attica”, pero un montón de gente sale en defensa de Atticanos. 
Fan DL Kaox le dedica dos posts desinteresadamente (gracias, Manuel), pero es el único. Contacto con otro artista para enviarle varios fragmentos en los que aparece, y me responde que no se los mande “porque está muy ocupado…”. 
Me empiezo a cansar, y a cogerle manía a Atticanos… Y me harto, y cuelgo un post anunciando que voy a retirarlo. 
Las ventas vuelan. Comienzo a recibir mensajes preguntándome dónde conseguirlo, pero ya he prometido que no volverá a publicarse. 
Cambio el nombre de Attica por el de New Beat (porque quiero: nadie me lo pide), y los nombres de los DJs por los de uno ficticio. Y vuelvo a publicar la historia como New Beat: Bombos y Estrobos.
Medio año después, la página atticafriendsclub publica un extracto de EBM Madrid Obsession para promocionar su fiesta aniversario de Attica. No sólo no me piden permiso (como tampoco habían hecho el año anterior), sino que esta vez ni siquiera me citan ni a mí ni al título del libro. Lo denuncio a Facebook, y Facebook les borra el post (ya con más de 300 likes de gente que, en su mayoría, continúa desconociendo la existencia de EBM Madrid Obsession y de Atticanos…).
Hasta entonces no había tenido ningún encontronazo con ese grupo (el día anterior, de hecho, alguien “de su entorno” me había preguntado cómo conseguir una copia de Atticanos). Nada podían reclamarme, y nunca lo hicieron, pues conocen la ley,  . 
En unos meses llegará su nueva fiesta de aniversario. Ya veremos si vuelven a postear el famoso extracto (“Trazo una curva imposible…”), o encuentran formas más ingeniosas de atraer público.
Hoy día sigo recibiendo peticiones de Atticanos. Me han dicho que alguien lo ha comprado de segunda mano por algo menos de 30 €. Me alegro por quienes apostaron por mí; si algún día deciden vender sus copias, van a llevarse unos cuantos euros.
Me extiendo en este tema para dejarlo claro para siempre, y para evitar futuras preguntas.


¿Te ha llegado alguna crítica destroyer? 

Ja, ja. No he recibido ninguna, pero es absurdo pretender gustar a todo el mundo; intentarlo supondría suicidarte como artista. 
Pero sí que me pasó algo muy divertido: justo después de publicar Atticanos, descubro por casualidad en Facebook la amarga y despiadada crítica de alguien que tiempo atrás se había descargado EBM Madrid Obsession. Esa persona razona que sería imposible haber vivido aquella época sin drogas, que ningún fugado de casa sería repudiado por sus propios hermanos, y que la historia en general es un fake total (aunque al principio del libro le indico que es ficción…). 
Un par de meses después me topo con esa misma persona en otro muro de Facebook, preguntándole a un amigo común cómo puede conseguir Atticanos, porque lo quiere a toda costa (aun sabiendo que el escritor es el mismo que el de su odiado EBM Madrid Obsession…).
Su coherencia me conmovió tanto que decidí basarme en él para idear el personaje de Chivaly en 2:42.


¿Estás trabajando en tu próxima obra? ¿Alguna pista sobre ella o algo que puedas adelantar?

Sí. Estoy trabajando en un proyecto, y cuando lo termine tengo otro más preparado. Sólo puedo decir que el formato quizás no sea en libro. 
Además de esto, hace meses me propusieron escribir un libro muy interesante, pero la otra parte tuvo que aplazarlo. 
Las peticiones de “colaboraciones” (es decir, te hago el trabajo gratis) me dejaron muy escaldado, y ya las rechazo por sistema.


¿Volveremos a ver a alguno de tus personajes? A Marion por ejemplo…

Marion se me apareció mientras creaba el relato Acid Party, y me exigió un libro para ella sola. Espero que algún día me pida otro.


¿No te prodigas musicalmente? Alguna sesión tendrás por ahí…

Lo último que haría sería martirizar a alguien desplegando mis    encantos a los platos. Prefiero maravillarme con los miles de DJs y de productores que me inspiran con su arte.


¿Algún escritor al que admires o algún libro que puedas recomendarnos? ¿Y algún dj?

Jamás osaría recomendar ningún libro, DJ o track. El arte me parece 100% subjetivo, así que sería un egocéntrico si pensara que mis gustos son más interesantes o refinados que los del resto. Sería absurdo.


Cuéntanos alguna anécdota que te haya ocurrido al escribir o con alguna novela en particular.

Muchas. Las últimas, con 2:42. Me quedaba escribiendo hasta las 2:00 AM. Luego comía algo, y justo antes de acostarme, miraba la hora… Y eran las 2:42 exactas. Eso me pasó 5 o 6 veces. 
Hay muchas más: un amigo, Raúl Ruiz Delgado, me envía videos desde el coche, en los que repite con voz fantasmal el último párrafo de EBM Madrid Obsession, mientras suena de fondo Dreams Of Santa Anna… Ja, ja, ja… O videos grabados desde Legends, mientras suena de fondo Solid Session… 
Y todas las fotos de los lectores con los libros (e incluso de perros, como en el caso de Tiga con 2:42). 
O la foto de la playa con el 2:42 gigante dibujado en la arena… 
Los amigos que he conocido a través de los libros son lo mejor de todo esto.


Y ahora alguna vivencia que se pueda contar pero no te hayas atrevido hasta ahora.

No me guardo ninguna. De hecho, las tengo ya preparadas para meterlas en los nuevos proyectos.


Tu top 10 de música de los 90

Puedo darte algunos favoritos, pero siempre seré injusto con los cientos que me dejo fuera. Solid Session, de Format#1. Techno Man, de And One. Are You There (o Don´t Laugh), de Josh Wink. The Bells, de Jeff Mills. Three O´ Three, de Public Energy. Energy Flash, de Joey Beltram…


Tu top 10 de música actual (de cualquier estilo)

¡Imposible! Tendría que darte un top 1000, y tardaría años en acabarlo. Pero te cuento algo de lo que estoy escuchando últimamente, que es lo que Mr.G llama “The Good Shit”: Chicago, Detroit, Berlin. 
Empiezo con House: Masters At Work, Steve Lawler, Seth Troxler... Después del primer café, el resto del día es para Techno y Electro. Este verano he pasado cientos de horas escuchando Detroit, viendo en YouTube a Derrick May sudar cada mezcla, a Kevin Saunderson en plena forma, a Detroit Techno Militia crear magia a cuatro Technics… Jeff Mills, Mike Mad Banks, DJ Bone, Drexciya, Dopplereffekt, DJ Stingray, DJ Assault… todos los documentales que he encontrado sobre Detroit, Chicago y Berlin (algunos ya los había visto, otros no…). Además, me gustan los españoles Mauro Nakimi, Negocius Man y UHF. Y por supuesto, mis podcasts favoritos: White Noise, de Dave Clarke, y Bass Agenda, de Andy Barton. Y acabé el verano viendo en vivo a Robert Hood, Chris Liebing, Adam Beyer B2B Carl Cox, Dense & Pika y Antigone.


Gracias por la entrevista, ya son las 2:42

Sí, se ha hecho tarde. Voy a ponerme la careta de Jean-Luc De Meyer y me voy a dormir… si Nadia me deja. Gracias por invitarme a tu blog. Saludos a todos tus lectores, y mis mejores deseos para todos los devotos de la música electrónica.


Un saludo a todos.